El pelo fino es delicado y fácilmente puede perder su volumen y lucir aplastado o escaso. Si el pelo es fino y ondeado este tiende a frisarse o esponjarse en climas húmedos si es lacio puede verse escaso aun cuando sea abundante y en climas secos puede acumular estática pero con los productos correctos puedes evitar estas situaciones.
Debes elegir un corte que te dé volumen: lo ideal es no optar por melenas muy largas. La largura perfecta es a la altura de los hombros. Alguna capa muy sutil, puede ayudarte a ganar volumen. Intenta evitar el flequillo, a no ser que tus rasgos lo pidan, en general sacar un flequillo supone quitar densidad al pelo. Asimismo, debemos huir de la raya, porque deja ver el cuero cabelludo, que puede parecer despoblado.
A la hora de elegir el color más adecuado, debemos huir de los colores extremos: negros azabaches o rubios platinos, sólo conseguirán que al contrastar tanto con el cuero cabelludo, éste se note aún más. Mejor elegir tonos dorados o castaños claros. Jugar con mechas ligeras o velos de color es una buena opción y además no resultará tan agresivo para el cabello.
El momento de lavarte la cabeza es clave. Aprovecha para masajear el cuero cabelludo con las yemas de los dedos. Esto reactivará la circulación y conseguirás un cabello más poblado y sano. Utilizar un champú revitalizante o incluso uno para ganar volumen puede ser una buena opción.
Por último, recuerda que debes huir del secador, planchas, tenacillas y todo aquello que agreda tu cabello. Evita los peinados muy tirantes y opta por un peinado-despeinado. Un look natural y desenfadado además te hará parecer más joven. ¡Inténtalo y verás los resultados!